domingo, 15 de abril de 2007

Las páginas en blanco

A veces temo a la página en blanco, no sé por donde comenzar. Carezco del metodismo de mis amigos, no guardo y luego publico, solo me siento frente al ordenador y surge. Reconozco que soy una vaga, que confío en la inspiración y esta sin cierto trabajo o disciplina no sirve de nada. Me escudo en el tópico: ¿y por dónde empezar? Me gustaría acudir a clases de escritura, donde compartir con otros la increíble sensación de las palabras surgiendo.
Antes escribía en libretas, lo he hecho desde que era niña, un tiempo lo dejé, sólo anotaba las cosas importantes o aquello que no quería olvidar. La etapa coctelera apareció, durante un año más o menos escribía todos los días en ella, contaba mis alegrías y penas al mundo desconocido, me cansé de hacerlo cuando se volvió algo egocéntrico. Me gustaría que este espacio fuese algo más.
Intentaré hablar de cine, de libros, de danza, pero no puedo olvidarme de mi, de que me gusta comunicar mis estados de ánimo, me gusta expresar sentimientos, me libera del peso de la vida, me ata cuando todo es ligereza.

Hoy luce el sol. Salgo a la calle, compro el periódico, empiezo una colección: ElPaís nos ofrece Relatos de grandes escritores.
Regreso a casa, cojo una manta vieja y me voy al campo, allí la gente habla, se ríe, juega con malabares, bailan...
El lunes está ahí pero el sol lo convierte en martes o miércoles y no es tan dura la vida a la rutina.

1 comentario:

Unknown dijo...

El horror vacui que acecha tras cada página en blanco. No temas, porque esto es lo tuyo.
Ay! qué recuerdos, aquellas libretas en que empezamos a escribir sendas novelas... yo sobre Chorima y tu sobre un viquingo...
Un beso muy grande Escritora,