jueves, 3 de enero de 2008

Vagabundo


Tom Waits, Nick Cave and friends.

Llueve, hace tiempo que no lo hacía. Este otoño hace frío y sol. A mi me encanta.

Descubro un disco, desigual pero genial: Tom Waits, Nick Cave and friends. Me invita a escribir, despierta mi lenguaje. No me apetece hacer críticas literarias, ni hablar de los conciertos y demás eventos que he tenido la suerte de presenciar: desde una genial Blanca Li, pasando por la friqui de Sonia Gómez, una obra de Teatro do Atlántico, con texto de Woody Allen o el concierto de Jane Birkin (por cierto, esa mujer enamora). Eso es otra historia y en otra ocasión, surgirá.

Hoy me apetece más divagar, escribir por escribir, disfrutar con el encadenamiento de palabras y frases sin demasiado contenido. O tal vez, contenidas.

Lana me mira de reojo, desde el sillón, desde las alturas del orejero de leer, sin tomarme en serio. Un animal peculiar, a veces gato-perro, con sonrisa de bulldog y gruñidos de león.

Me imagino que harán ahora las personas a las que quiero. Me encanta pensar, de vez en cuando, que puedo mirarlos por una rendija.
De pequeña tenía un libro, de unos viejecillos que eran enviados a un enorme asilo. Sus nietos los extrañaban y sirviéndose de múltiples artilugios iban a rescatarlos, en sus dibujos veías todas las casas abiertas, sin la pared que nos protege de los demás. Pues la imagen que viene a mi cabeza es igual que ésa.
Me imagino a algunos trabajando, otros leyendo, escuchando música, recogiendo la ropa, durmiendo pequeñas siestas.
Lo que más me gusta es ver las muestras de cariño, esas tan pequeñas, tan del día a día que pasan desapercibidas para el que las disfruta pero que forman un gran vacío al desaparecer.
Bueno, creo que ya he vagabundeado demasiado por aquí.
Un beso a todos los espiados. Gracias por estar.

1 comentario:

miultimodia dijo...

Menos mal que has vuelto a escribir.
Disfruta de la tranquilidad nostálgica de la lluvia, es algo que echo mucho de menos, ya me queda menos para volver a la gran ciudad, ay...
Saludos.