domingo, 13 de enero de 2008

Cía Mudances


Ayer fuimos a ver a Angels Margarit, una coreógrafa catalana fascinada con la geometría, con la plástica y la arquitectura.
Presentó con su Cía. Mudances: Larandland
En este su último espectáculo toma la ciudad como motivo y paisaje.
Larandland es un trabajo estético y abstracto que habla de la ciudad como si fuese un organismo, un gran cuerpo donde células y sistemas interconectados inventan su propia morfología. Dinámicas, ritmos, texturas, circuítos, el movimiento hecho paisaje.
Dividida en tres partes. La primera, "Palimpsesto", es un trabajo de composición que se transforma continuamente; siete bailarines son el espacio y el paisaje.


Muy presente la geometría, los colores, los movimientos hacen que parezca una fábrica, llena de engranajes o según una de mis acompañantes un gran Tetris. La música electrónica, chirriante y monótona ayuda al trance, acompaña la danza.


Mi favorita fue la segunda parte, "Siameses", es un fragmento mas intimista donde suceden diferentes duetos; aquí el espacio de la danza son los cuerpos de los otros. Música árabe con trajes japos. Contact a lo bruto, rodadas, contrapesos y lifts a lo loco. Increíble lo fácil que parece, luego descubres los moratones, los tirones y la necesidad de un gran trabajo para lograr acercarte a algo parecido.


La tercera parte, "Track", que parte de la velocidad, del riesgo y del trazo, es energética, acelerada, faldas plisadas, rodilleras e imágenes de la ciudad. Todo frenético, incluso demasiado intenso, agarrado al estómago, transmitiendo la ansiedad que producen las grandes urbes.

Angels dio un curso en Santiago, mi profesora es una gran admiradora suya y fue. A ver si se anima a enseñarnos algo!!!Os mantendré informados!

jueves, 3 de enero de 2008

Vagabundo


Tom Waits, Nick Cave and friends.

Llueve, hace tiempo que no lo hacía. Este otoño hace frío y sol. A mi me encanta.

Descubro un disco, desigual pero genial: Tom Waits, Nick Cave and friends. Me invita a escribir, despierta mi lenguaje. No me apetece hacer críticas literarias, ni hablar de los conciertos y demás eventos que he tenido la suerte de presenciar: desde una genial Blanca Li, pasando por la friqui de Sonia Gómez, una obra de Teatro do Atlántico, con texto de Woody Allen o el concierto de Jane Birkin (por cierto, esa mujer enamora). Eso es otra historia y en otra ocasión, surgirá.

Hoy me apetece más divagar, escribir por escribir, disfrutar con el encadenamiento de palabras y frases sin demasiado contenido. O tal vez, contenidas.

Lana me mira de reojo, desde el sillón, desde las alturas del orejero de leer, sin tomarme en serio. Un animal peculiar, a veces gato-perro, con sonrisa de bulldog y gruñidos de león.

Me imagino que harán ahora las personas a las que quiero. Me encanta pensar, de vez en cuando, que puedo mirarlos por una rendija.
De pequeña tenía un libro, de unos viejecillos que eran enviados a un enorme asilo. Sus nietos los extrañaban y sirviéndose de múltiples artilugios iban a rescatarlos, en sus dibujos veías todas las casas abiertas, sin la pared que nos protege de los demás. Pues la imagen que viene a mi cabeza es igual que ésa.
Me imagino a algunos trabajando, otros leyendo, escuchando música, recogiendo la ropa, durmiendo pequeñas siestas.
Lo que más me gusta es ver las muestras de cariño, esas tan pequeñas, tan del día a día que pasan desapercibidas para el que las disfruta pero que forman un gran vacío al desaparecer.
Bueno, creo que ya he vagabundeado demasiado por aquí.
Un beso a todos los espiados. Gracias por estar.